Cientos de personas fueron reprimidas por la Policía de Israel mientras protestaban en las cercanías de la sede del Parlamento contra los nuevos planes de guerra contra la Franja de Gaza anunciados el lunes por el Gobierno de Benjamín Netanyahu.

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Según medios israelíes, varios de los ciudadanos reunidos frente a la Knéset (Parlamento) criticaron que la Administración del primer ministro Netanyahu priorice la escalada del conflicto por encima de alcanzar un acuerdo con el Movimiento de Resistencia palestina (Hamás) para lograr la liberación de 59 rehenes (o sus cuerpos).

A mitad del mes de marzo, cuando Israel abandonó el cese al fuego pactado con Hamás en enero, Tel Aviv reinició sus ataques en la Franja de Gaza, además de bloquear el ingreso de ayuda humanitaria.

El impedimento a la llegada de ayuda humanitaria al territorio palestino por parte de Israel fue fuertemente criticada la semana pasada durante una audiencia realizada en Corte Internacional de Justicia.

El Gabinete de Seguridad israelí aprobó por unanimidad el lunes el plan para continuar la ofensiva militar en la Franja de Gaza, además de votar por mantener la presencia de soldados israelíes de manera indefinida en el territorio palestino.

La medida aprobada por la Knéset, va en contra del reclamo de la comunidad internacional y distintos organismos de Derechos Humanos.

«Estamos ocupando Gaza para quedarnos. Ha llegado el momento de dejar de temer la palabra ocupación», declaró el ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich, considerado uno de los miembros más radicales de la coalición de Gobierno.

En días recientes, habían empezado a circular rumores sobre el inicio de una nueva fase en el operativo militar israelí en la Franja de Gaza.

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